Verónica Sánchez, chef y family blogger, también conocida como OhMamiBlue, se ha convertido, en poco más de 3 años, en todo un referente para la comunidad LGTBI. Todo comenzó en 2015, cuando la bloggera decidió abrir una cuenta de Instagram para mostrar la evolución de su embarazo. A través de esta red social daría a conocer a su mujer, Jana, y posteriormente a su pequeño, Álex, una familia que terminó por encandilar a miles de personas, y catapultó su éxito, hasta conseguir más de 150 mil seguidores en la mencionada red social.
Las fotografías de Verónica, no solo enseñan el día a día de una familia, sino que también tienen un papel muy reivindicativo. Muestra lo que “no existe”, es decir, visibiliza a las familias de madres lesbianas. De hecho, Verónica y Jana acaban de publicar el libro “Familias”, una obra infantil cuyo propósito es explicar que existen muchos tipos de núcleos familiares, más allá de la familia tradicional.
Hacer visible lo invisible
El Día del Orgullo se acerca y cada año es una celebración más grande y popular en la mayoría de ciudades y países. ¿Por qué crees que este día es tan importante para el movimiento LGTBI?
Mucha gente hace la típica pregunta de “por qué no hay un día del orgullo heterosexual”. A toda esa gente se le puede responder que es tan importante este día porque hace tan solo 28 años que la homosexualidad se ha tachado de la lista de enfermedades mentales. No hay que olvidar que por amar a alguien de tu mismo sexo éramos catalogados como enfermos y perseguidos, como le pasó a García Lorca… Grandes personalidades que podrían haber hecho tanto por el mundo, pero que han sido juzgados por su condición sexual. Yo creo que son motivos que justifican el porqué de un día tan importante. Es un día para celebrar la lucha por los derechos de las personas. Ojalá en un futuro no se tenga que celebrar, pero por ahora sigue siendo necesario. Mientras se tenga que seguir manteniendo la típica y angustiosa conversación entre padre, madre e hijo de “mamá, papá, soy gay o lesbiana”, habrá que seguir celebrando el Día del Orgullo.
¿Cómo habéis percibido la evolución hacia las familias y parejas homosexuales en la última década?
Las redes sociales han ayudado mucho con la visibilización. Es la única manera de mostrar nuestro modelo de familia y ponernos a la altura de todos los demás. Ha sido una evolución positiva, porque al final lo que no se ve, no existe. Esto se traduce ahora gracias a las redes sociales con hashtags como #twomoms, #dosmamás. Además, también gracias a las redes se tejen lazos y vas llegando a otras familias como la nuestra y te das cuenta de que no estás solo, porque a veces cuesta mucho, y necesitas apoyo a la hora de compartir miedos e inseguridades.
En el momento que empiezas a ser una influencer, ¿te habías planteando previamente adoptar este papel de defensora de las familias homosexuales o surgió de manera natural?
Empecé la cuenta como una cuenta normal, sin ninguna pretensión, a modo de compartir el embarazo con mis amigos y familia porque estaba lejos. Y a medida que crecía el embarazo, crecía también la necesidad de buscar familias como nosotras, con dos mamás. En un principio para plantearles algunas dudas: qué has puesto en esta solicitud en la que pone “padre”, cómo has afrontado tal situación, qué tengo que hacer para dar una explicación cuando no estoy preparada… La lucha es inherente al día a día, conforme vas encontrándote necesidades que no están cubiertas. Ha sido todo muy natural y yo siempre he combatido aquello que consideraba injusto. ¿Cómo no voy a defender todo esto si yo iba a traer una criatura al mundo, y este mundo no está preparado todavía para que mi hijo no tenga que dar las mismas explicaciones que doy yo? No se educa a la mayoría de niños en la diversidad y no se les explica que hay otro tipo de familias, y esto hace que un niño como mi hijo, con una familia que no es estándar, se sienta mal y prejuzgado, lo que resulta muy triste. Hay que intentar llegar a cuanta más gente mejor para normalizar esta situación.
Familias: una herramienta educativa
¿Qué crees que aporta el libro que tú y Jana habéis publicado recientemente, Familias, a este panorama?
Es un recurso más para poder educar a los niños de una manera diversa, mostrándoles que hay muchísimas familias. De hecho, el libro dice que “hay tantas familias como formas de amar”. Queremos que la gente que lo lea aprenda a ver solo familias y amor. Es una buena forma de llegar a los más pequeños. Todavía hay pocos recursos y material para explicar la diversidad, no hay libros, no hay dibujos… Todos los dibujos animados que ven los niños son “papa y mamá”. Tampoco soy partidaria de que todas las historias estén basadas en el amor, pero ya que hay tantas historias de amor estaría bien que hubiese historias entre dos mamás o dos papás, o una mamá soltera que no tiene o no quiere novio.
¿Cómo ha respondido el público en la Feria del Libro de Madrid?
La primera edición ya está casi agotada. Estamos muy agradecidas con todo el mundo que ha querido participar. Como apunte diré que el 80% de las familias que acudieron a la feria y se interesaron por el libro son del colectivo LGTBI. Esto me alegra, pero todavía queda mucho camino por recorrer. La gente que debería involucrarse más y educar en la diversidad son las denominadas familias “normales”, las que más deberían preocuparse por hacer ver que esa “normalidad” es la que cada niña o niño viva en su casa.
¿Has tenido problemas de ataques de odio o censura en las redes sociales?
Nos quitaron una foto de Instagram y, al volverla a subir, la red la volvió a eliminar porque tenía muchas denuncias por parte de usuarios. Había comentarios dañinos de todo tipo, como “pobre niño”, “dónde está el padre…”. Yo hice un llamamiento con el hashtag #yosoloveoamor. La foto se viralizó y estuve dos semanas en los que mi Instagram fue una auténtica locura. Sí que hemos recibido ese tipo de ataques, pero la respuesta positiva siempre ha sido muchísimo mayor.
¿Crees que las lesbianas estáis todavía más invisibilizadas que los gays?
Al final siempre ha sido un mundo de hombres, en el que la mujer ha sido tratada como un objeto, tenía que ser guapa, atractiva y heterosexual para estar bien vista. El día de la visibiliad lésbica subí una foto a Instagram en ropa interior con mi pareja, en la que estaba embarazada. Hubo chicas que me dijeron que esa es la foto que no debería subir, ya que es como los hombres se imaginan a las lesbianas. Subí una foto en ropa interior porque cualquier hombre o cualquier pareja hetero puede subir una foto en ropa interior sin ningún problema, sin embargo, mi imagen con la de mi mujer se tiene que “sexualizar” ¿por qué?
¿Qué situaciones crees que deberían cambiar respecto al trato a las parejas homosexuales?
La gente que trabaja de cara al público, o cuando interactúa con extraños, debe utilizar un lenguaje inclusivo e igualitario. Por ejemplo, es preferible preguntar por tu pareja antes que por tu marido, o no preguntar por dónde está el padre… Me gustaría que se barajase la opción de que la persona que me acompaña cuando vamos con un niño sea mi mujer. En sitios a los que llevo acudiendo años todavía me siguen preguntando por mi “compañera” o mi “amiga”, cuando ya hemos ido allí juntas, incluso embarazada y con el niño. Y cuando vamos a pagar en un restaurante, muchas veces nos preguntan si pagamos por separado, algo que no suele preguntársele a una pareja heterosexual. La gente sigue sin atreverse a llamar a las cosas por su nombre y, por supuesto, deben cambiar muchas más situaciones, pero éstas son algunas de las más comunes que te encuentras en el día a día.