El engagement, ‘compromiso’ en español, se usa para indicar el compromiso que se establece entre una marca y su audiencia en las distintas comunicaciones que producen entre sí, engloba interacción constante y confianza, traduciéndose en relaciones duraderas, sustentables y profundas. De manera simplificada: es el grado de implicación emocional que tienen los seguidores de una empresa con todos sus canales de comunicación (en las redes sociales, por ejemplo).
Con el paso del tiempo, este indicador cada vez es más importante para las empresas y sus equipos de marketing, ya que se le asocia al posicionamiento sustentable y a una buena gestión de marca. El mayor reto para la empresa es incrementar el tamaño de la comunidad sin que baje el engagement (de nada sirve una gran comunidad de seguidores si no participan).
El engagement no sólo mejora los resultados de ventas, sino que también reduce el coste de adquisición, ya que buscar nuevos clientes siempre es más tedioso y caro que conservar los que ya tienes. Y, además, gracias a el boca a boca y las recomendaciones, los clientes que ya tienes hacen el trabajo de promoción por ti.
¿CÓMO SE MIDE?
Una fórmula casi “estándar” para determinar el Engagement en las redes sociales, conocida como Engagement Rate, consiste en dividir el total de interacciones durante cierto periodo entre todas las publicaciones realizadas durante el mismo. Después, se debe dividir este resultado entre el total de seguidores de la empresa en la red social en cuestión, para finalmente multiplicar 100.
Esto permite evaluar la relevancia que tiene una marca en el entorno de una red social.